lunes, 1 de noviembre de 2010

LA MURALLA NAZARÍ EN EL ALTO ALBAICIN



Frente a la colina de la Alhambra y del Generalife, el cerro de San Miguel enmarca el último tramo del valle del Darro y de su Vega. Se trata de un paisaje absolutamente próximo y vinculado a la ciudad, natural y salvaje a la vez, pero convertido en espacio residual, casi marginal, en el que se acumulaba toda clase de basura y escombros. Es también un espacio de transición hacia la ciudad nueva, una ciudad hecha de casas adosadas que toca levemente, en medio de su desorden, los restos incompletos, fracturados de la muralla nazarí.

“El concepto de “sólido capaz” ha sido el principio rector de esta intervención. Recogido en las teorías sobre restauración e intervención de monumentos, este principio fue utilizado magistralmente por Leopoldo Torres Balbás en la Alhambra de Granada, en concreto en el pórtico norte de los jardines del Partal, allá por los años veinte, y viene a resumir que cuando en un Bien de Interés Cultural falta una parte, ésta se rehace de modo que quede confinada a una intervención volumétrica o geométrica que recupere la imagen de continuidad originaria, pero desprovista de cualquier elemento que entre dentro de la categoría del falso histórico (reconstrucción). La reconstrucción por anaxtilosis en el proyecto que nos ocupa es imposible por la naturaleza constructiva de la fábrica, puesto que ya se ha desintegrado la fábrica de la muralla de tapial calicastrado, formada por arena, mortero y cal.

El vacío del Cerro del San Miguel es una articulación entre dos territorios, una loma desnuda que, cargada de tiempo y de historia, vincula la ciudad a su geografía. Lo que representaba un límite defensivo y organizativo de la ciudad ha cambiado por completo de significado y, sin embargo, sigue sirviendo como guía de lectura de un modelo urbano. El proyecto preserva este paisaje, necesario para la comprensión de la ciudad en la estructura montañosa que la determina, acometiendo una limpieza conceptual y física de su entorno. Para ello, se sustituye la acumulación de deshechos por plantaciones de pitas y chumberas, restaurando también la fachada de la Ermita de San Miguel Alto y mejorando las comunicaciones que la conectan con la ciudad. De este modo, se restaura el empedrado en aquellos tramos donde existía, se emplea un pavimento blando de tierra apisonada en las zonas carentes de pavimentación y se resuelve mediante escalinatas de piedra los tramos de mayor desnivel.




“Se apilan 112 metros cúbicos de granito como si de un gran almacenaje se tratara: grandes lajas sin tratar, de sección y longitud normalizadas, las más económicas, dispuestas sobre un lecho inmerso bajo la tierra. Un milímetro de espesor aporta el mortero de alta resistencia que traba las lajas.
Se elimina así la presencia de la llaga y la apariencia de construcción consolidada, de fábrica.
Se trata de dar la sensación de material apilado, acopiado, con el objetivo de subrayar, aún más si cabe, el carácter permanente e histórico del Monumento.”

La restitución mural, propuesta como segunda fase de la intervención, tiene como fin dar continuidad visual (especialmente en una visión lejana) al lienzo de muralla, redefiniendo el límite histórico perdido y protegiendo los restos originales. Desde lejos, la parte nueva entona su aspecto con el resto, respetando su secuencia lineal, mientras en una mirada corta, se diferencia rotundamente del muro original. La intervención cierra la brecha que desde el siglo XIX hiere la muralla nazarí, construida a principios del siglo XIV, mediante un apósito exterior que se adapta estrictamente a su grosor sin tocar los restos históricos, garantizando así su óptima conservación. Estructuralmente, la presencia masiva y maciza se hace innecesaria, por lo que su interior se convierte en un espacio vacío, auténtico punto singular del proyecto: un pasaje calado que nos permite caminar dentro de la muralla, un misterioso umbral que conecta dos zonas de la ciudad históricamente diferentes, evocación de la Granada subterránea y, al mismo tiempo, de los corredores de guardia de los recintos defensivos. En la nueva muralla, un sencillo apilamiento de lajas de piedra dejan, al disponerse unas sobre otras, una serie de mínimos huecos aleatorios que, desde el interior, permiten volver a mirar la ciudad. Una mirada contemporánea, fragmentada y cambiante que recrea la visión que se tiene desde las celosías de la Alhambra. Una colocación natural y respetuosa de la nueva arquitectura junto a la antigua que garantiza, de alguna manera, que las ciudades puedan seguir enriqueciendo y construyendo activamente su tradición arquitectónica.


sábado, 30 de octubre de 2010

REALEJO








El Realejo es el arrabal judio de la Granada musulmana denominado Garnata al-Yahus, el barrio del Realejo ha experimentado una gran transformación desde entonces. De sus murallas y puertas entre las que se encontraban las famosas de al Fajjarin y de Neched, de los alfareros y de los molinos, no queda ya ningun resto y del viejo trazado laberíntico, típico del urbanismo musulmán, sólo permanece el de las partes más altas del barrio.

Actualmente destaca en él la preponderancia de sus zonas llanas frente a las que se sitúan en la ladera de la colina del Mauror, la que baja desde las Torres Bermejas y que en 1410 dio cobijo a los habitantes de Antequera, por lo que recibe el nombre de Antequeruela. En él se dan cita hoy algunos de los monumentos más relevantes de la ciudad granadina.

Es uno de los barrios de Granada que está mas de moda, sitio perfecto para tapear o ir de copas en los nuevos locales que proliferan por el Realejo.


Enlaces:







martes, 26 de octubre de 2010

FLAMENCO



Granada es una de las principales referencias del flamenco en España, y el Sacromonte una de sus cunas. Este barrio gitano es epicentro de lo que los expertos llaman la jondura y el duende y origen de la zambra, una fiesta de cante y baile flamenco que se remonta al siglo XVI, en concreto, a los rituales nupciales de los moriscos de la ciudad.

El Sacromonte, tradicional barrio de los gitanos granadinos, esconde todo el duende del flamenco andaluz, un arte que en Granada posee un embrujo especial. A la zambra, mitad morisca mitad gitana, hay que sumar las numerosas peñas flamencas y tablaos existentes. Así, no es difícil que el visitante pueda disfrutar de un magnífico espectáculo de flamenco, tanto en los tablaos como en las peñas y zambras.

Son muchos los turistas que se encaraman al Sacromonte para introducirse en una auténtica noche flamenca. Alboreás, tangos, alegrías, jaleo, zorongos... Todo un abanico de posibilidades que no dejan indiferente. Las zambras han gozado de fama internacional, atrayendo a premios Nobel, estrellas de Hollywood, políticos, etc. Todos quedaron sin duda cautivados por estas fiestas gitanas con baile y cante hasta altas horas de la madrugada, que tienen lugar en unos no menos curiosos escenarios: las cuevas sacromontinas.

Para los no familiarizados con los términos, un tablao es un bar en el que ofrecen espectáculos flamencos en vivo. Comenzaron a desarrollarse en los años sesenta por toda Andalucía, sustituyendo a los antiguos Cafés Cantantes. Su nombre hace referencia a que el escenario de dichos locales estaba formado por tablas de madera.

Otra modalidad muy recomendable para vivir una sesión de cante grande son las peñas de flamenco. En el barrio del Albaicín se ubican algunas de las más representativas de la capital granadina. Generalmente las peñas están formadas por un grupo de amigos que se reúnen para compartir su gran afición: el cante jondo. En las peñas se habla, se canta y se vive el flamenco. También se celebran actuaciones y recitales. Granada tiene el honor de contar con la peña flamenca más antigua del país, la de La Platería.

Direcciones de interés:

www.cuevaslostarantos.com


www.granadainfo.com/rocio/


www.granadainfo.com/canastera


www.laplateria.org.es


www.ventaelgallo.com


viernes, 15 de octubre de 2010

SACROMONTE




Si hay una palabra que pueda describir este pintoresco barrio de Granada es la de misterio. Misteriosas son sus casas cueva encaladas, mezcla de cobre y cal, sus callejones repletos de jardines lunares de pitas y chumberas,claveles y jazmín.
Los gitanos, según cuentan las crónicas,llegaron con las tropas cristianas de los Reyes Católicos para que trabajaran como artesanos del metal y se asentaron en este barrio. Su arte se mezclo con lo morisco y así nació el flamenco y la zambra, expresión artística genuina de la ciudad de la Alhambra.
Arte pero también cultura y patrimonio de la que la es máxima expresión del Sacromonte su Abadía, fundada por el arzobispo D.Pedro de Castro en el s.XVII. En ella se guardan obras de los más importantes artistas como Alonso Cano, Sanchez Cotán o Bocanegra.

jueves, 14 de octubre de 2010

ALBAYZIN




Patrimonio de la Humanidad, es el barrio con mas bonito de Granada, en el Albayzin se concentra todo el sabor de la Granada andalusi. La puesta de sol desde el Mirador de San Nicolas, esta considerada como una de las bellas del mundo.
Entre aljibes, estrechas callejuelas y jardines llenos de magia, aparecen los tipicos "carmenes" la vivienda más representativa de este barrio, de recucidas dimensiones y rodeada de huertas y jardines que se orientan hacia la Alhambra. Son el resultado del despoblamiento de los barrios musulmanes tras la conquista cristiana y una nueva ocupación del espacio.

EL GENERALIFE




Los jardines del Generalife están emplazados en una ladera frente al recinto de la Alhambra. Estaban destinados al recreo de los monarcas árabes, que accedían al desde la Puerta de Hierro, junto a la Torre de los Picos. En su interior se pueden encontrar rincones de tanta belleza como el Patio de la Acequía o el de la Sultana. Una maravilla para los sentidos en el Generalife el tiempo se para.

martes, 12 de octubre de 2010

LA ALHAMBRA







Las robustas murallas de ladrillo y argamasa, que delimitan el recinto edificado del monumento conducen hacia esplendidos Palacios Árabes como el de Comares, en cuyo interior se encuentra el Patio de Arrayanes y el Salón de los Embajadores, cubierto por una magnifica cúpula de madera tallada, o el de los Leones, con el famoso patio mil veces reflejado en las más bellas postales y salas como la de los Abencerrajes, de las Dos Hermanas y de los Reyes.

La cultura del agua, ta profundamente enraizada en la civilización musulmana encuentra su reflejo en esa joya arquitectónica que son los Baños Árabes, asi como en las múltiples bellas fuentes.

Herencia musulmana pero también presencia cristiana, tras la reconquista Carlos V edificaría allí su palacio renacentista que hoy es el Museo de la Alhambra y Bellas Artes.